jueves, septiembre 08, 2005

No descansa

Ella no descansa,
sus ojos viciados
de metal
absorben la luz.
Destellan lo negro
un sueño vacío,
que va cubriendo
de espanto
la claridad.

Iluminada
por soledades
resplandecientes,
la visión inconsolable
el cuerpo gris,
un mundo
en suspenso
el arrullo de las sombras,
letargo eterno
de aburrimiento
y desamor.

Ahora sueña despierta que despierta…
piel cambiada
de ángel celeste,
ojos secos
de lluvia
que inunda cenizas,
espejo ciego.
Instante de trance
aparte del tiempo.

Hechizo que no cesa.

Está maldita
envenenada,
el engaño
la sostuvo,
es la muerte
la ilusión.
No ha dormido…
tiene miedo de cerrar los ojos
y quemarse viva.

(08/09/2005)