miércoles, septiembre 28, 2005

El comediante

El hombre de la sonrisa
esta ardiendo.
El, y su gesto eterno
inmutable,
desafiante
enrojecido.

La ira del fuego,
la llama
de lenguas frígidas
sin palabras,
acechan su piel
cubierta de escamas.

El calor
lo envuelve
y lo atraviesa.
Lo somete
lentamente,
al irónico
y único,
desenlace posible:

La muerte de la risa.

(28/09/2005)